Pilotaje, automatización y supervisión

La supervisión en acuicultura se refiere al conjunto de técnicas que permiten monitorear, gestionar y optimizar la producción acuícola (peces, crustáceos, moluscos, mariscos, algas). Garantiza una producción eficiente asegurando el control permanente de todos los equipos técnicos de la piscicultura.
Objetivos de la supervisión en acuicultura:
- Control de los parámetros del agua: Seguimiento de la temperatura, el pH, el oxígeno disuelto, la salinidad y todos los parámetros esenciales para garantizar las mejores condiciones de vida de los animales acuáticos.
- Gestión de la alimentación: Monitoreo de la distribución de raciones alimenticias para evitar el desperdicio, optimizar el crecimiento y limitar la contaminación del agua.
- Supervisión de la salud de los animales: Detección temprana de enfermedades, parásitos y anomalías en el comportamiento.
- Optimización del crecimiento: Ajuste de las condiciones de cría para maximizar la productividad y reducir el estrés de los animales (temperatura, iluminación, calidad del agua).
- Gestión de infraestructuras y equipos: Mantenimiento de estanques, bombas, aireadores y otros equipos electromecánicos controlados mediante sensores instalados.
Trazabilidad y cumplimiento normativo: Registro de datos en tiempo real para garantizar la calidad del producto y cumplir con las normativas ambientales y sanitarias.
- Herramientas y tecnologías de supervisión:
- Sensores y sondas para medir en tiempo real los parámetros fisicoquímicos del agua.
- Sistemas de monitoreo automatizados con alertas en caso de anomalía.
- Cámaras submarinas y drones para la observación de los animales e infraestructuras.
- Software de gestión acuícola para analizar datos y optimizar la producción.
Pruebas biológicas y veterinarias para diagnosticar enfermedades y evaluar la calidad del agua.
La supervisión en acuicultura es esencial para garantizar una producción sostenible y rentable, minimizar los riesgos sanitarios y ambientales, y mejorar la calidad de los productos destinados al consumo. Cada vez más, se basa en tecnologías avanzadas, facilitando una gestión más eficiente de las explotaciones acuícolas.